sábado, 1 de septiembre de 2012

Reflexión a la pérdida de un Hijo no nacido

Reflexión a la pérdida de un Hijo no nacido

Entre la realidad y los sueños, pintó de esperanza mi corazón,
pensando que sería madre era mi sueño mayor.
Pocas semanas creciendo, en el calor de mi vientre
y en el mes de noviembre, cambiaron mi suerte.
El ya está muerto dijo la partera tendrán que operarte
y con toda la pena me entrego a las manos del médico
que me atiende y al despertar después de unas horas
comprendo que mi vida se fue con él.
Solo una mujer sabe lo que se siente el vacio que te deja,
las lágrimas que te ahogan y un dolor en el alma difícil de superar.
Hoy ya pasaron casi seis años de aquel día
y me pregunto cómo sería? llevaría mis ojos o los de su papá?
me lo imagino corriendo, haciendo travesuras, hoy no entiendo
por qué Dios lo tuvo que llevar, no entiendo si lo esperábamos de verdad,
desde ese día no he vuelto a quedar embarazada,
nadie sabe el dolor y la angustia que traigo en el alma,
juro que no me siento una mujer
y hoy tan solo sigo adelante gracias al hombre que tengo a mi lado;
pero también se que todo llega a su fin,
el tendrá que formar una familia y yo no sé la puedo dar,
aunque me duela en el alma
yo se que algún día nos tendremos que separar.

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