Un deseo común en la mayoría de las parejas que van a ser padres es, ante todo, que el bebé nazca sano, pero en algunas ocasiones la gestación tristemente no llega a término.
Esto ocurre en un porcentaje reducido de embarazos, sobre todo los
que se producen en los países desarrollados. Aproximadamente un 15% de
las gestaciones termina en aborto y en un 1% de los casos el bebé nace
sin vida.
Entonces, ante esta difícil situación, ¿qué ocurre en el matrimonio o en la unión de hecho?, ¿cómo afecta la pérdida del bebé
a la pareja? Este hecho, ¿es un elemento de unión o bien una situación
que los distancia, que los separa? Éste es un tema del que no se suele
hablar con frecuencia.
Por primera vez, un grupo de investigadores de la Universidad de
Michigan (EE.UU) analizó los efectos que produce la pérdida de un bebé
en la relación de pareja. El estudio, publicado recientemente en la
revista Pediatrics, señala que las probabilidades de separación aumentan cuando ocurre una situación de este tipo.
A la hora de realizar el estudio se tuvo en cuenta dos tipos de pérdidas: cuando se produce un aborto antes de las 20 semanas de gestación y cuando el feto pierde la vida en las 20 semanas anteriores al parto.
En el primer caso (cuando se produce un aborto) el riesgo de separación
es de un 22% mientras que en el segundo (cuando el bebé nace sin vida)
este riesgo aumenta hasta un 40%.
Además, el riesgo de separación, divorcio
o ruptura de la pareja se prolonga hasta los 3 años después de haber
perdido el embarazo y hasta los 9 años si la pareja pierde al feto
semanas antes del parto.
El aborto y el nacimiento sin vida pueden ser acontecimientos muy
fuertes y traumáticos para las familias, señala Katherine Gold, una de
las principales autoras del estudio. Y añade: “si bien muchas parejas se
unen más estrechamente, para otras este hecho podría ser un factor
importante de estrés en su relación, sobre todo si estaban atravesando
dificultades antes de nacer el bebé o antes del embarazo “.
En estos casos, los expertos recomiendan recurrir a un especialista
para que ayude a la pareja a superar el dolor que implica este hecho y
pasar el periodo de duelo que requiere la pérdida del bebé. No hay que
olvidar que ante una circunstancia de este tipo no reaccionamos de
igual forma los hombres que las mujeres.
Una de las conclusiones del estudio es que la pérdida de embarazo
podría tener consecuencias sociales significativas en el hecho de
divorciarse o separarse.
En tu caso, ¿te ha ocurrido alguna experiencia similar? En
caso afirmativo, ¿cómo superaste esta difícil y dolorosa situación?,
¿cómo afectó a tu relación de pareja?
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Autora: M. Abalo
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